Los efectos del múltiple impacto cometario acaecido del 16 al 22 de Julio 1994, han desbordaron (por suerte!) todas las previsiones en cuanto a visibilidad del fenómeno. Se esperaba que sólo los grandes observatorios profesionales y por descontado el Telescopio Espacial Hubble podrían detectar algún tipo de fenómeno atmosférico en Júpiter, pero la realidad fué que cualquier aficionado, incluso con un pequeño telescopio pudo observar estos efectos, que han afectado áreas del orden del tamaño de la Tierra. Recuerdo que los efectos esperados del choque a 60 Km/s. en general fueron subestimados.
El SL-9 cuando se descubrió por David Levy y el matrimonio Shoemaker, ya se presentaba totalmente fraccionado, como un tren de cometas.
No se encontraron trazas importantes de agua en su atmósfera, elemento que se consideraba presenta en cierta cantidad a unos 70 Km. por debajo de las capas nubosas más altas.
Imágenes del impacto "A" obtenida en Calar Alto (Almería), telescopio de 3,5 metros. Cámara infrarroja (23.000 Å). A la derecha de Júpiter se observa el satélite Io. La mancha ovalada corresponde a Gran Mancha Roja.
Desde la Tierra el impacto directo no fué visible geométricamente por poquito, detrás del terminador se encontraba la zona, pero la sonda Galileo en viaje hacia Júpiter, si que puedo verlos directamente, aunque desde una posición muy lejana (aún estaba de viaje, que ironía! por que poco).
Las imágenes divulgadas por los grandes observatorios terrestres han sido realizadas en bandas infrarrojas, donde se observa luminosidad debida al gas metano presente en la alta atmósfera de Júpiter. Los impactos aparecían como zonas más brillantes durante largo tiempo. Por lo que respecta al telescopio espacial Hubble, en órbita alrededor de la Tierra, ha obtenido imágenes de muy alta resolución tanto en ultravioleta como en visual e infrarrojo. Muestran bien las perturbaciones, presentando en general un núcleo oscuro rodeado de un halo grisáceo, existiendo entre ambos una zona más luminosa que según primeras interpretaciones pudiera tratarse de material eyectado a mucha altitud. Parece lógico pensar en los núcleos oscuros como “columnas de humo caliente” que se van deformando irregularmente por las diferentes velocidades de los vientos por altura. Aparentemente los efectos han sido sorprendentes; recordamos el caso Tunguska donde se piensa que impactó un pequeño trozo cometario porqué seguramente se desintegró en el aire al no encontrarse rastro del impacto en tierra.
Imagen infrarroja por el telescopio Keck de Hawai a 35.000 Å,
hacia la derecha se observa débilmente la Gran Mancha Roja, también las manchas producidas por los impactos A y C aún en el limbo. A la derecha se muestra un "corte" de la estructura interior del planeta Júpiter.
Con medios más modestos también se pudo observar el fenómeno. Por ejemplo el dia 18 de julio 1994, dada la expectación del suceso se dieron cita un grupo de socios de Antares ACTC para ver si se notaba algo. Y cual no sería su sorpresa al vislumbrar en pleno crepúsculo vespertino, el disco de Júpiter cruzado por bandas y una manchita oscura !!! situada en la parte Sur a muy alta latitud, nadie se lo esperaba. Podia tratarse de una sombra de satélite por el aspecto, pero en esta época transitan sobre la parte Norte del planeta. El dia 20, noche del esperado impacto del fragmento denominado Q2, otro grupo de Antares se desplazó hasta el observatorio de Hostalets de Pierola propiedad de Jordi Juan Samsó, y con el equipo principal compuesto de un Newton 400mm. de diámetro + cámara Lynxx, pero a causa de las nubes no se pudieron obtener buenas imágenes. Al menos pudimos gozar del programa preparado por TV3 y de paso (o mejo aún) una magnífica audición musical en láser-disc y sala acondicionada para ello. Muchos aficionados llegamos a realizar dibujos y cronometrajes de tránsitos.
A modo de resumen, este es el esquema de la posición de los impactos sobre un planisferio de Júpiter en julio 1994.
Es de destacar pues, el buen trabajo de algunos aficionados de nuestro país; éste fenómeno ha demostrado que ellos también pueden aportar mucho a la Ciencia. En un momento en que los mayores telescopios enfocaban Júpiter, éstos activos aficionados no han quedado relegados.
Hay que ser conscientes de la importancia del fenómeno presenciado, que probablemente no se repetirá en milenios, y además ¿qué consecuencias tendría en el frágil tramado ecológico un impacto así contra la Tierra?
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