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Siguiendo a la Estrella de Belén

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Antonio I

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« : Vie, 16 Dic 2016, 17:07 UTC »

Todos los años por estas fechas vuelve la ilusión de la Estrella de Belén

¿Fue un acontecimiento extraordinario celeste o sólo un añadido literario para resaltar el nacimiento de un personaje a su vez extraordinario? ¿realidad o mito como las señales que según las cronicas anunciaron el nacimiento de los personajes más influyentes de la historia?

FUENTES:

1) De los cuatro evangelios sólo en Mateo 2.1-12 se mencionan a la Estrella de Belén y a los Reyes Magos.
-Magos venidos de tierra de Oriente
-Llegan a Jerusalén
-Herodes, llamando secretamente a los magos, se informó exactamente de ellos sobre el tiempo de aparición de la estrella
-Los reyes le consultan “¿donde está el rey de los judios que ha nacido? Pues vimos su estrella en el oriente y venimos a adorarle”
-Ellos despues de escuchar al Rey partieron. Y la estrella que vieron en el oriente les precedía, hasta que llegando a donde estaba el niño se detuvo. Al ver la estrella se llenaron de inmenso gozo
-Ellos por otro camino se volvieron a su patria

2) Isaías 60
Levantate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.
Y andarán las gentes á tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
Alza tus ojos en derredor, y mira: todos estos se han juntado, vinieron á ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas.
Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto á ti la multitud de la mar, y la fortaleza de las gentes haya venido á ti.
Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha; vendrán todos los de Seba; traerán oro é incienso, y publicarán alabanzas de Jehová.
Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas á sus ventanas?
Ciertamente á mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.

3) Números 24:17
Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.

4) Salmos 72.10-11
Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;
Y póstrense ante él todos los reyes de la tierra;
Sírvanle todas las naciones.

5) Benedicto XVI en capítulo IV de su libro “La infancia de Jesús”
https://santateresa-leganes.diocesisgetafe.es/wp-content/uploads/2012/12/La-infancia-de-Jesus-Benedicto-XVI1.pdf

“ La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis-Tartesos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa”.

“Pero no se podía dejar de plantear la pregunta sobre si, a pesar de todo, acaso no se hubiera tratado de un fenómeno que se podía determinar y clasificar astronómicamente. Sería un error rechazar a priori esta pregunta remitiéndose a la naturaleza teológica de la historia. Con el surgir de la astronomía moderna, desarrollada también por cristianos creyentes, se ha
planteado nuevamente también la cuestión sobre este astro.
Johannes Kepler († 1630) adelantó una solución que sustancialmente proponen también los astrónomos de hoy. Kepler calculó que entre el año 7 y el 6 a. C. —que, como se ha dicho, se considera hoy el año verosímil del nacimiento de Jesús— se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Él mismo había notado una conjunción semejante en 1604,
a la cual se había añadido también una supernova. Este término indica una estrella débil o muy lejana en la que se produce una enorme explosión, de manera que desarrolla una intensa luminosidad durante semanas y meses.
Kepler creía que la supernova era una nueva estrella. Opinaba que también la conjunción ocurrida en los tiempos de Jesús debía de estar relacionada con una supernova; intentó explicar así astronómicamente el fenómeno de extraordinaria luminosidad de la estrella de Belén. Puede ser interesante en este contexto que el estudioso Friedrich Wieseler, de Gotinga, haya
encontrado al parecer en tablas cronológicas chinas que, en el año 4 a. C., «había aparecido y se había visto durante mucho tiempo una estrella luminosa» (Gnilka, p. 44).
El citado Ferrari d’Occhieppo puso ad acta la teoría de la supernova. Según él, para explicar la estrella de Belén era suficiente la conjunción de Júpiter y Saturno en el signo zodiacal de Piscis, y pensaba que podía determinar con precisión la fecha de este fenómeno. Es importante a este respecto que el planeta Júpiter representaba al principal dios babilónico Marduk. Ferrari d’Occhieppo lo resume así: «Júpiter, la estrella de la más alta divinidad de Babilonia, compareció en su apogeo en el momento de su aparición vespertina junto a Saturno, el representante cósmico del pueblo de los judíos» (p. 52). Dejemos los detalles. Los astrónomos de Babilonia —afirma Ferrari d’Occhieppo— podían deducir de este encuentro de planetas
un evento de importancia universal, el nacimiento en el país de Judá de un soberano que traería la salvación.
¿Qué podemos decir ante todo esto? La gran conjunción de Júpiter y Saturno en el signo de Piscis en los años 7-6 a. C. parece ser un hecho constatado. Podía orientar a los astrónomos del ambiente cultural babilónicopersa hacia el país de Judá, hacia un «rey de los judíos». Los pormenores de cómo aquellos hombres han llegado a la certeza que los hizo partir y llevarlos
finalmente a Jerusalén y a Belén, es una cuestión que debemos dejar abierta.
La constelación estelar podía ser un impulso, una primera señal para la partida exterior e interior. Pero no habría podido hablar a estos hombres si no hubieran sido movidos también de otro modo: movidos interiormente por la esperanza de aquella estrella que habría de surgir de Jacob (cf. Nm 24,17)”.

Se suele tratar el tema desde los puntos de vista religioso y paranormal o exotérico, y lo interesante sería tratarlo desde un punto de vista astronómico, creo que aquí hay gente preparada para opinar al respecto o al menos desechar teorías erróneas, sería un interesante divertimento para estas fiestas de días nublados.

La investigación del fenómeno debería tratar estos temas o similares

¿Los magos supieron de la estrella por conocimiento teórico o porque la vieron?
¿Qué objeto celestial vieron y por cuanto tiempo? ¿solo lo vieron ellos? ¿hay referencia histórica del acontecimiento? ¿cambió de brillo, se detuvo, desapareció, quedó algún resto aún verificable?
¿Dirección aparente en el cielo y en la Tierra que siguió el objeto para poder ser perseguido por los magos?
¿De donde vinieron los magos, donde lo observaron por primera vez y cómo lo siguieron?
¿Dónde nació Jesús y cuando?


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« Últ. modif.: Vie, 16 Dic 2016, 17:23 UTC por Antonio I »
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eldoctorbacterio
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« respuesta #1 : Vie, 16 Dic 2016, 18:41 UTC »

¿Existió realmente la estrella de Belén?

Capítulo II de San Mateo, Versículos 1-12: “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos magos procedentes del Oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarle».”....
“Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de una inmensa alegría. Y entrando en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra.”

Estos versículos de San Mateo es lo único que sabemos de los Reyes Magos. No sabemos si eran tres, si eran reyes, ni tampoco si Baltasar era o no afroamericano...
Ha sido la tradición y la iconografía cristiana desde el siglo V la que ha ido configurando la imagen actual que tenemos de ellos: tres porque representaban los tres continentes conocidos y reyes porque se hospedaron en casa de Herodes I el Grande por lo que debían ser de título nobiliario, y porque los salmos profetizan la adoración de reyes al mesías.

¿Pero qué ha descubierto la investigación arqueológica y científica al respecto?
En primer lugar, no sabemos cuando nació Cristo. Sabemos que murió en Jerusalén el mes de Nisan del año 30. Pero no sabemos la fecha de su nacimiento debido a que un monje llamado Dionisio el Exiguo, que en el siglo VI fue encargado por el papa Juan I, de cambiar el calendario romano (desde la fundación de Roma) al calendario cristiano (desde el nacimiento de Cristo) erró en sus cálculos, con al menos 5 años, ya que no tuvo en cuenta ni los cuatro años de gobierno de Augusto con nombre de Octavio, ni el año 0, que no existía en la numeración romana.

Sin embrago, sabemos que tuvo que nacer entre los años- 8 y -4. por dos motivos: Herodes el Grande murío en el año -4 y el edicto de empadronamiento del emperador Augusto fue entre los años -8 y -4.
Una dato interesante para averiguar la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret es el estudio de la estrella de Belén.
Posibles hipótesis:

1. La estrella de Belén no existió, es solo un artificio literario para dar consistencia a la importancia del nacimiento del mesías como rey.

2. Un cometa. En la actualidad esta hipótesis está descartada. La típica imagen actual de un cometa nos viene dada por las representaciones iconográficas de la edad media, pero sabemos que ningún cometa importante fue visto en aquella zona entre los años 8 y 4 a.c. Por otro lado es imposible “seguir” a un cometa hasta ninguna localización, como se relata en el evangelio de S. Mateo

3. Una nova o supernova. No tenemos constancia de ninguna nova/supernova entre los años -8 y -4. Por lo que esta hipótesis también está prácticamente descartada.

4. Conjunción planetaria. Kepler en el año 1607 fue el primero en estudiar esta opción: en el cielo de Jerusalén del año 6 a.d. ocurrió un fenómeno bastante extraordinario. TRES conjunciones seguidas planetarias de Júpiter y Saturno y acompañadas por la Luna en la constelación de Piscis-Aries. Para la cultura de la época, Aries representaba al pueblo de Israel, (por eso los magos buscaron en Israel) Júpiter al dios más importante y Saturno dios de las cosechas.
Además, entre estas tres conjunciones, Júpiter, pareció estar parado en el cielo los días 26/7-6 y 3/11/-6 debido a lo que en astronomía se conoce como movimiento retrogrado, hecho que algunos estudiosos han atribuido al texto bíblico “y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño”

Mi conclusión.
No sabemos si hubo o no estrella de Belén pero de haberla, lo más plausible hasta el día de hoy parece ser la preciosa triple conjunción en Aries de Júpiter y Saturno y así estaba el cielo en Jerusalán el año 6 a.d.


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« Últ. modif.: Vie, 16 Dic 2016, 19:02 UTC por eldoctorbacterio »
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Antonio I

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« respuesta #2 : Vie, 16 Dic 2016, 19:39 UTC »

Pero que esa conjunción se viera desde Jerusalén, situada a pocos km de Belén, no les conducía a los magos hasta allí, podrían haber ido allí o a cualquier otro sitio desde el que observará la conjunción. Que los condujo a un lugar determinado?

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Antonio I

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« respuesta #3 : Vie, 16 Dic 2016, 22:20 UTC »

Supongo que si la estrella se detuvo donde estaba el niño es que estaba sobre su cenit, por lo tanto no pudo ser una conjunción de planetas porque los planetas recorren la eclíptica, nunca estan en el cenit.

« Últ. modif.: Vie, 16 Dic 2016, 22:25 UTC por Antonio I »
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Antonio I

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« respuesta #4 : Sáb, 17 Dic 2016, 22:17 UTC »

Y si quitamos la conjunción planetaria ¿que quedan?. Solo algún objeto celeste que nos pudiera guiar hasta el portal viéndose durante un determinado tiempo necesario para realizar un largo viaje.

¿Cometas, meteoros, novas y supernovas? Hay algo más que dure meses o unos cuantos años y de la nota lo suficiente en el cielo. Porque estrellas que se muevan va a ser que no.

Supongo que meteoros tampoco, los magos necesitarían grandes telescopios para detectarlos, tan lejanos y poco luminosos y durante tanto tiempo.

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maksu70

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« respuesta #5 : Lun, 19 Dic 2016, 19:24 UTC »

Recuerdo haber visto este documental sobre el tema que me gustó

https://www.youtube.com/watch?v=pUSPJ__dB0Y


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Antonio I

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« respuesta #6 : Mar, 20 Dic 2016, 23:06 UTC »

Ha llegado la hora de comenzar con los protagonistas invitados. Los reyes magos.

¿3, 4, 7, 9?. Hay una tradición, creo que en los evangelios apócrifos, que dice que eran 4, pero el cuarto mago se retrasó y llegó tarde al portal cuando ya la Santa Familia se había ido, con la pena se impuso la expiación de vagar por el mundo, parece que la leyenda del Holandés Errante va por ahí.

Pongamos que fueran 3, ya que 3 fueron los regalos y 3 los continentes entonces conocidos en la época. 1 representante de cada continente que va a presentarse ante al Rey de todos los hombres.

Si invitas a un alicantino, un toledano, un sevillano y un barcelonés a la cena de Navidad ¿Qué llevan?, lo lógico es que lleven productos de su tierra, el alicantino lleva el turrón, el toledano el mazapán, el sevillano los polvorones y el barcelonés o lleva el cava y o el caganet.   

Veamos los regalos de los magos.

Oro, ¿Dónde había oro por un tubo?. En Tharsis, España, así le damos las razón a las profecías y al papa emérito.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tartessos
https://www.culturandalucia.com/Los%20fenicios%20en%20la%20Pen%C3%ADnsula%20Ib%C3%A9rica.htm

¿Iscienso y mirra?.
La Tierra del iscienso: provincia de Dhofar del Sultanato de Omán al sureste de la Península Arábiga .
https://es.wikipedia.org/wiki/Tierra_del_incienso
https://es.wikipedia.org/wiki/Incienso
whc.unesco.org/es/list/1010

La Mirra procedía del noreste de Africa, Etiopía, la tierra de Put, el reino de Saba, la tierra del Preste Juan.
https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/ique-es-la-mirra
https://es.wikipedia.org/wiki/Transporte_en_el_Antiguo_Egipto
https://es.wikipedia.org/wiki/Reina_de_Saba
https://es.wikipedia.org/wiki/Preste_Juan

Ya tenemos ubicados a los tres reyes que vieron la estrella “en el oriente”

Los reyes huyeron de Herodes a Etiopía, donde por siglos gobernaron sus herederos. Cuando murieron sus restos los sepultaron en Bizancio (Estambul), desde allí los trasladaron a Milán y luego a Colonia, donde están enterrados en la catedral.

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Antonio I

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« respuesta #7 : Jue, 22 Dic 2016, 12:33 UTC »

¿Y por qué Omán y no  Babilonia o Persia  que eran donde estaban los magos mazdeistas y zoroastristas, o la India con sus sabios astrónomos,bramanes y sadhus, que incluso hasta suena bonito?

Porque Omán era la síntesis de los tres. Dhofar, al sureste de Omásn, es una zona bajo los vientos alisios del Ïndico que lo convierten en un vergel rodeado de desierto, en un paraiso terrenal donde crece la Boswellia, el árbol del iscienso de mejor calidad del mundo, el mejor regalo para un Rey. Vientos alisios que una parte del año van en dirección a Omán y otra en dirección a la India, por lo que esa zona siempre ha sido de navegantes y prósperos comerciantes con Asia y Africa.

Omán, en esa época era una satrapía persa, igual que Babilonia y Mesopotamia.

Los omaníes dicen que los Reyes Magos procedían e allí, y tienen parte de razón, al menos uno si.

Desde mucho tiempo atrás en Omán se comerciaba con el norte de Africa y en el siglo I, se establecieron factorías omamaníes en la región costera etíope.

Según la tradición los Reyes Magos murieron martirizados en Etiopía, otros dicen que sus descendientes gobernaron ese país durante muchos siglos posteriores. Allí fueron a buscar sus restos para trasladarlos a Constantinopla.

O sea que tenemos a un mago omaní, perteneciente a un país de marinos, que establece relación con otro etíope, zona tradicionalmente marinera, y que a su vez contactan con otro de la costa de Cádiz-Huelva, zona que por sus minerales tenía relaciones comerciales con todo el Mediterráneo.

Hay que reconocer que la figura de los tres reyes recorriendo desiertos en caravana de camellos es exótica y se nos ha grabado en la iconografía navideña, pero las principales relaciones comerciales que se establecían en esa época en el ïndico, Mar Rojo y Mediterráneo eran marítimas. Un viaje terrestre resultaba penoso ¿25 km. al día?, atravesando territorios a menudo hostiles y a merced siempre del peaje y caprichos que impusieran los gobernantes de turno de la zona a atravesar.

El prototipo de la mala prensa de los viajes marítimos por el Mediterráneo nos lo ofrece la Odisea, en la que el tarambana de Ulises se entretiene dando tumbos diez largos años en llegar a Ítaca, su pequeña isla al oeste de Grecia, un viaje en el que sólo tenía que rodear costeando el Peloponeso como ya hizo a la ida (claro que después de 10 años cercando Troya ya debían de ir muy zumbados).

En la época romana, la forma más segura y rápida de viajar era costeando el Mediterráneo con mapas antecedes de los portulanos, a una velocidad de 200 km terrestres/diarios, libres de aranceles y aduanas.

Desde a Cádiz a Alejandría hay 4300 km., o sea alrededor de 20 días de viaje. Desde la costa de Omán a la Etíope unos 2000, o sea diez días. Desde Etiopía a Suez 2000, otros diez más.

O sea que suponiendo que el mago tartesso y el omaní salgan a su encuentro a la vez, y el omaní recoja por el camino del barco al etíope, los tres se encontrarán aproximadamente a la vez en Alejandría.

Allí, tenían dos opciones, o seguir en barco hasta las costas de Gaza y luego en un corto trayecto terrestre llegar a Jerusalén, que sería lo más lógico, o hacer la caravana para atravesar el desierto del Sinaí (y de esa guisa lucir en el belén) para llegar hasta la capitál israelí.

https://www.youtube.com/watch?v=JCe0CEpSc6Y

https://es.wikipedia.org/wiki/Periplo_de_Hann%C3%B3n

https://www.casadellibro.com/ebook-los-conquistadores--del-horizonte-ebook/9788434405257/2013294

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