La Contaminación Lumínica ha experimentado un crecimiento alarmante en la última década, atribuido a la transición de la luz naranja a la luz blanca en el alumbrado público. Conoce la investigación y compromiso de Alejandro Sánchez de Miguel, astrofísico de la Universidad Complutense de Madrid, en este revelador artículo sobre la C.L. en Barcelona. Para más detalles, consulta el [artículo original en idioma catalán] publicado en Diari de Barcelona el 23-feb-2023. Contaminación Lumínica: la Oscura Transición a los LED.
el caso de Barcelona
Durante la última década, Barcelona ha presenciado un aumento notable en la contaminación lumínica debido a la adopción de la luz blanca de los LED en el alumbrado público en reemplazo de la anterior luz naranja. Aunque esta transición ha llevado a una reducción del 7% en el consumo de energía y a una disminución de 1,700 toneladas de emisiones de CO2, también ha resultado en un incremento de la contaminación lumínica, desafiando las afirmaciones del Ayuntamiento.
El estudio dirigido por Alejandro Sánchez de Miguel, astrofísico de la Universidad Complutense de Madrid, analiza detenidamente esta progresión, distinguiendo entre las ondas de luz azul, verde y roja. Utilizando imágenes capturadas por astronautas de la Estación Espacial Internacional y el satélite Suomi NPP, el equipo ha mapeado el cambio en la iluminación de la ciudad desde 2012 hasta 2020, evidenciando la transición de la luz naranja a la blanca debido a la adopción de la tecnología LED.
Sin embargo, esta adopción no está exenta de controversia. A pesar de la mejora en la eficiencia energética, las luces LED blancas emiten una mayor cantidad de espectro de luz azul, lo que resulta perjudicial tanto para la salud humana como para los ecosistemas.
La investigación también ha revelado un incremento del 13% en la contaminación lumínica en España en la última década, y un 24.4% en Europa, lo que indica que la transición a los LED no ha tenido el impacto positivo esperado en la sostenibilidad a nivel global.
Este estudio no solo considera los efectos en los seres humanos, sino también en los ecosistemas. La contaminación lumínica está afectando la vida de insectos, aves migratorias y la distribución de especies como los murciélagos. Además, la disminución de la diversidad de vida marina y coral se suma a los desafíos ecológicos causados por esta forma de contaminación.
Catalunya ha liderado a nivel nacional en la implementación de normativas contra la contaminación lumínica, contando con expertos reconocidos a nivel mundial en este campo. Sin embargo, el investigador Sánchez de Miguel sugiere la necesidad de una auditoría para evaluar el verdadero impacto de las medidas implementadas en Barcelona.
A pesar de los avances, persiste la controversia sobre el uso de LED. La temperatura de color empleada en Barcelona, entre 3000ºK y 4000ºK, contradice las recomendaciones de compra pública verde de la Comisión Europea y del Comité Español de Iluminación. Mientras el gobierno español considera la prohibición de lámparas con más de 3000ºK, la discusión sobre la eficacia y el impacto ambiental de la tecnología LED sigue en marcha.
Qué dice el Ayuntamiento.:
El Ayuntamiento de Barcelona afirma que la actual gestión del cambio en el alumbrado público cumple con diversas regulaciones, incluyendo el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), el Reglamento de Eficiencia Energética (REE), y el Plan Director de Iluminación de Barcelona (PDI). Estas medidas tienen como fin crear una imagen nocturna unificada, combinando criterios estéticos y funcionales con la tecnología LED para mejorar la calidad de la iluminación. Esto se logra distribuyendo la luz de manera equitativa y evitando zonas excesivamente iluminadas.
Además, se ha trabajado en reducir la altura de los puntos de luz en las aceras, manteniéndolos por debajo de los cinco metros y siempre bajo la copa de los árboles. Se emplean diferentes temperaturas de color para adaptar la iluminación a las necesidades de cada zona. La inversión de 45 millones de euros en los últimos tres años tiene como objetivo que para el 2030, todo el alumbrado público de Barcelona esté compuesto por tecnología LED.
Cabe destacar que, según el Ayuntamiento, estas medidas buscan no solo mejorar la eficiencia energética, sino también la percepción de seguridad y bienestar en la ciudadanía.
Opinión del investigador.
Alejandro Sánchez de Miguel expresa preocupaciones y críticas sobre las políticas de iluminación implementadas por el Ayuntamiento de Barcelona. Argumenta que la implementación de luces LED, especialmente aquellas que emiten espectro azul, puede resultar hasta tres veces más contaminante que las bombillas de sodio de alta presión utilizadas previamente.
Sánchez de Miguel enfatiza que, a pesar de la reducción del consumo energético en términos de potencia, las luces LED blancas en Barcelona podrían estar causando una mayor contaminación lumínica. Sostiene que la adopción de esta tecnología responde más a intereses empresariales y políticos que a razones de sostenibilidad real.
Además, señala que las bombillas LED más cálidas (alrededor de 2.200ºK) ofrecen una sensación de seguridad similar, y argumenta que este tipo de luces no están tan directamente relacionadas con los problemas de contaminación lumínica.
En resumen, el investigador sugiere que, a pesar de las medidas tomadas por el Ayuntamiento, es necesario llevar a cabo una auditoría para evaluar su efectividad y determinar si la ciudad cumple con los estándares de oscuridad nocturna. También hace un llamado a la revisión y actualización de las regulaciones en relación con la iluminación pública para garantizar una gestión más sostenible y eficaz.
Gráficas. :
Espectro de la luz led.
Luz fría, contra luz cálida.
La permiciosa "cola" azul,
en led blanco neutro,
y sobretodo de luz fría.