Introducción
Cerca del centro del Sistema Solar, un intrigante objeto ha capturado la atención de los astrónomos:
Zoozve. Este misterioso compañero de Venus, aunque no es un satélite en el sentido tradicional, orbita cerca del planeta y hasta se podría decir que, visto desde Venus, "parece satelital" en una escala muy grande. Le llamamos QS ("quasi satélite").
Descubrimiento y Nombramiento
Zoozve, también conocido como (524522) 2002 VE
68, fue descubierto en noviembre de 2002 por Brian A. Skiff en el Observatorio Lowell. En ese momento, no se reconoció inmediatamente como un casi-satélite. Sin embargo, dos años después, los astrónomos Seppo Mikkola, Ramon Brasser, Paul A. Wiegert y Kimmo Innanen identificaron a Zoozve como un casi-satélite de Venus. Es el asteroide n° MPC 524522. Este objeto, que se encuentra en una órbita resonante 1:1 con Venus, ha sido clasificado como un "casi-satélite" de Venus. Su nombre, "Zoozve", proviene de una combinación de términos zoológicos y venusinos. Este nombre fue propuesto por el equipo de descubridores, compuesto por astrónomos del Observatorio Astronómico Nacional de Bulgaria. Zoozve es un personaje de la mitología búlgara que se dice que es el protector de los animales. En realidad, el nombre de Zoozve surgió inicialmente de una confusión en un póster infantil, donde se indica su designación MPC: 2002VE
68 por "ZOOZve..
68".
Caracterización
¿Qué es Zoozve?
El asteroide 2002 VE68 es un
cuasi-satélite de Venus y también es conocido como un
compañero co-orbital. Esto significa que comparte una órbita similar a la de Venus alrededor del Sol, pero no está gravitacionalmente ligado al planeta como un satélite natural. A diferencia de las lunas que orbitan planetas gigantes como Júpiter o Saturno, Zoozve no está atrapado por la gravedad de Venus de manera permanente. En cambio, sigue una órbita compleja que lo acerca y aleja del planeta en un patrón irregular. Desde "el punto de vista de La Tierra" también se corresponde con una órbita tipo Atenas, un tipo de NEA (Near Earth Asteroid).
Tamaño y Composición
Su espectro sugiere que es un asteroide de tipo X y su albedo (reflectividad) se estima en aproximadamente 0.25. Se calcula que su diámetro es de 236 metros. Además, su período de rotación es de 13.5 horas, y su curva de luz indica que podría ser un cuerpo muy alargado, posiblemente un binario de contacto. Sin embargo, su composición exacta aún no está bien determinada.
Órbita y Dinámica
Órbita Sincronizada
Zoozve es un asteroide NEA de tipo Atenas, que sigue una órbita sincronizada con Venus con resonancia 1:1, lo que significa que su período orbital coincide con la rotación del planeta. Esto crea una danza celestial única entre ambos cuerpos. Aunque su órbita ha desconcertado a los astrónomos debido a su complejidad, se sabe que su semieje mayor es muy similar al de Venus, pero su excentricidad (0.41) y su inclinación orbital (9°) son significativas.
Comparación con los Asteroides Troyanos de Júpiter
Los asteroides troyanos resonancia 1:1 (también hay en 3:2) son cuerpos que comparten la órbita de Júpiter, ubicándose en dos puntos específicos llamados puntos de Lagrange (L4 y L5). A diferencia de estos,
Zoozve no está ligado permanentemente a Venus, y su órbita es más
compleja. Mientras los asteroides troyanos están vinculados gravitacionalmente a Júpiter, Zoozve parece danzar alrededor de Venus en una relación más errática y única.
Futuro de Zoozve
El destino de Zoozve como *casi-satélite* es incierto y depende de varios factores. Podría ser
- capturado por la gravedad de Venus y convertirse en un satélite regular,
- escapar de su influencia gravitacional y aventurarse hacia el espacio profundo,
- o incluso colisionar con Venus o con La Tierra en un futuro.
Los estudios señalan que este asteroide ha ocupado su órbita actual durante unos 7.000 años y permanecerá en ese tipo de órbita durante unos 500 años más. El asteroide también es un objeto cercano a la Tierra, y, muy probablemente, fue introducido en su órbita actual por nuestro planeta natal.
Conclusión
Zoozve desafía nuestras nociones convencionales sobre cuerpos menores en el Sistema Solar y nos recuerda la diversidad y complejidad del cosmos. Su órbita única y su incierto futuro representan un enigma intrigante para los astrónomos, quienes continúan estudiando este fascinante objeto.